San Benito y la Regla
San Benito ha sido mencionado, entre muchos otros calificativos, como Padre de Monjes. Su vida nos ha llegado gracias a San Gregorio Magno. Además de sus dotes como abad, mostró gran habilidad para organizar la vida monástica y guiar a sus monjes a través de la sana doctrina, para ello escribió una Regla que hasta hoy sigue siendo la brújula de muchos monasterios.
Benito de Nursia
La figura y vida de San Benito han sido conocidas a través del único escrito biográfico que ha llegado a nosotros: Los Diálogos de San Gregorio Magno.
Benito nace en una aldea de Nursia, en Italia, en el año 480. Hijo de nobles, tuvo una hermana, luego monja y santa, llamada Escolástica.
Benito, en plena juventud, va a Roma para realizar estudios. Abrumado por la corrupción de aquella urbe, determina abrazar el género monástico como forma de vida. Con esta intención, se retira a una cueva en un lugar montañoso y escarpado llamado Subiaco. Su soledad duró poco, puesto que pronto muchos quisieron que los guiara por el camino monástico. Así funda 12 monasterios que se vieron seriamente afectados por ciertas envidias e intrigas.
Abatido, pero no derrotado, toma a algunos monjes y se retira a Montecasino, lugar que aún hoy persiste habitado por benedictinos. Estando aquí, Benito redacta su Regla, para heredar a sus hijos en forma de letra lo que ya estaba totalmente vigente en la práctica. Benito realiza su tránsito a la eternidad en el año 547, según la tradición, con grandísima fama de santo.
(Benito) escribió una Regla para monjes que destaca por su discreción y la claridad de su lenguaje. Por eso, si alguien quisiera conocer mejor su existencia y su obra, en la doctrina expuesta en la Regla del maestro podrá encontrar su vida entera; pues, era imposible que el santo pudiera enseñar algo más allá de cómo vivió.
Diálogos de San Gregorio
La Regla de los monjes
La Regla de San Benito, también mencionada como Regla de los Monjes, es un compendio legislativo y espiritual que el santo abad compuso durante su vida en el monasterio de Montecasino. Esta obra no tiene un carácter académico, más bien sus líneas esbozan la vivencia de San Benito y es el fruto de sus profundas convicciones, de la lectura y digestión de las Sagradas Escrituras, de los libros de los Padres de la Iglesia, de la Tradición, y de la docilidad al Espíritu Santo que lo inspiraba y animaba en todo el camino. Es una Regla humana y equilibrada destinada a que los monjes vivan en plenitud su llamado a la vida austera, sencilla y penitente del claustro, así como a encaminarlos en la configuración con Cristo, a través de múltiples medios espirituales y morales.
