La espiritualidad benedictina

Existe un consenso importante y más o menos numeroso entre los benedictinos en cuanto a aquellos rasgos que caracterizan la espiritualidad benedictina. Estos son: Búsqueda de Dios, oración, trabajo, cristocentrismo, fraternidad y testimonio. Las seis cualidades anteriores abarcan con bastante acierto lo que cada monje asume como parte de su vida desde que ingresa al monasterio.

Ninguno de los anteriores tópicos son exclusivos del benedictismo. Cualquier cristiano o cualquier religioso debe perseguir la santidad y los medios para llegar a ella nos son comunes. Entre los diversos institutos y órdenes religiosas, los aspectos de fondo no son fácilmente diferenciables, la forma es la que termina estableciendo las cualidades de cada uno y la manera de vivir el Evangelio.

Algo que sí es propio de la Orden Benedictina son sus votos, que se distancian un poco de los consejos evangélicos que profesan otras órdenes. Son tres igualmente: Obediencia, Estabilidad y Conversión de costumbres. Los últimos dos son casi exclusivos del benedictismo.

Quien desea unirse a la ‘milicia’ del Señor siguiendo las pautas dejadas por Benito, debe estar consciente del camino que desea asumir y, como dice la Regla, pedir que sea el Espíritu Santo quien le guíe y lleve a buen fin los anhelos de su corazón.

San Benito y la espiritualidad benedictina